Un panel de la UNESCO respaldó la candidatura de Italia, reconociendo la cocina italiana como un ritual social que une a familias y comunidades.
La cocina italiana, apreciada desde hace mucho tiempo por sus profundas tradiciones regionales, ha sido reconocida oficialmente por la UNESCO como “patrimonio cultural inmaterial”, una designación que el país espera elevará su prestigio mundial y atraerá a más visitantes.
«Somos los primeros en el mundo en recibir este reconocimiento, que honra quiénes somos y nuestra identidad», dijo el miércoles la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en un comunicado en Instagram.
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«Para nosotros, los italianos, la cocina no es sólo comida, no es sólo una colección de recetas. Es mucho más, es cultura, tradición, trabajo y riqueza», dijo Meloni.
La votación de un panel cultural de la UNESCO (la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) reunido en Nueva Delhi coronó un proceso iniciado por Italia en 2023, en el que el gobierno presentó la tradición culinaria del país como un ritual social que une a familias y comunidades.
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Nueva inscripción en el #PatrimonioInmaterial Lista: La cocina italiana, entre sostenibilidad y diversidad biocultural, #Italia🇮🇹.
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— UNESCO 🏛️ #Educación #Ciencias #Cultura 🇺🇳 (@UNESCO) 10 de diciembre de 2025
'Cocinar es un gesto de amor'
La UNESCO no destacó ningún plato famoso ni especialidad regional. En cambio, la cita se centró en cuánto valoran los italianos los rituales cotidianos en torno a la comida: el gran almuerzo del domingo, la tradición de las nonas que enseñan a los niños a doblar los tortellini a la perfección y simplemente sentarse juntos a disfrutar de una comida.
«Cocinar es un gesto de amor; es la forma en que compartimos quiénes somos y cómo nos cuidamos unos a otros», dijo Pier Luigi Petrillo, parte de la campaña italiana de la UNESCO y profesor de la Universidad La Sapienza de Roma.
En su anuncio, la UNESCO describió la cocina italiana como una “mezcla cultural y social de tradiciones culinarias”.
«Más allá de cocinar, los practicantes ven el elemento como una forma de cuidar de uno mismo y de los demás, expresar amor y redescubrir las propias raíces culturales. Ofrece a las comunidades una salida para compartir su historia y describir el mundo que las rodea», añadió.
La inclusión en la lista de la UNESCO podría brindar más beneficios económicos a un país que ya es famoso por su cocina y donde la cadena de suministro agroalimentario representa alrededor del 15 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional.
También podría traer algo de alivio a los restaurantes tradicionales familiares, durante mucho tiempo la columna vertebral de la gastronomía italiana, que enfrentan un clima económico severo en un mercado cada vez más polarizado entre opciones premium y económicas.
Honrando las expresiones culturales
Italia no es el primer país que ve honrada su cocina como expresión cultural.
En 2010, la UNESCO inscribió la “comida gastronómica de los franceses” en su lista de patrimonio inmaterial, destacando la tradición francesa de marcar los momentos importantes de la vida alrededor de la mesa.
En los últimos años también se han agregado otras tradiciones gastronómicas, incluida la cultura de la sidra de la región asturiana de España, el plato Ceebu Jen de Senegal y la elaboración tradicional de queso de Minas Gerais en Brasil.
La UNESCO examina cada año nuevos candidatos para sus listas de patrimonio inmaterial en tres categorías: una lista representativa; una lista de prácticas que se consideran de necesidad “urgente” de salvaguardia; y un registro de prácticas efectivas de salvaguardia.
En la reunión de este año en Nueva Delhi, el comité evaluó 53 propuestas para la lista representativa, que ya incluye 788 inscripciones. Otros nominados incluyeron el canto suizo, la técnica de tejido en telar manual utilizada para hacer los saris Tangail de Bangladesh y los circos familiares de Chile.
