La industria aeronáutica francesa prevé un impuesto adicional de mil millones de euros en el marco del proyecto de ley de finanzas de 2025. Pascal de Izaguirre, presidente de la Federación Nacional de Aviación y sus Profesiones (FNAM), afirmó que la información es confiable y confiable, generando preocupación entre los profesionales de la aviación. Mencionó que el sector está en shock y expresó su preocupación por el impacto de tal impuesto en las aerolíneas, afirmando que no podrían absorber el golpe financiero.
El aumento de costes debería reflejarse en los precios de los billetes, pero esto afectará negativamente a la movilidad y la accesibilidad de los viajes aéreos en Francia. Según el señor de Izaguirre, la Aún no se han ultimado los detalles específicos del aumento de impuestos, que pretende generar mil millones de euros de ingresos.
Esto supondrá triplicar la recaudación del Impuesto de Solidaridad sobre los billetes de avión (TSBA), que actualmente asciende a 460 millones de euros. Se exigirán más contribuciones a los pasajeros «de negocios» o de larga distancia, y se hará mayor hincapié en el uso de la aviación de negocios.
El Sr. de Izaguirre expresó su preocupación por el hecho de que Francia sea uno de los países de Europa con mayores impuestos, especialmente la industria de la aviación francesa. Los expertos temen que una mayor presión fiscal haga que las compañías aéreas francesas sean menos competitivas en comparación con las extranjeras, afectando negativamente al atractivo de Francia como destino turístico. Por el contrario, países vecinos como España e Italia han reducido los impuestos a los viajes aéreos para atraer más turistas.
Los expertos critican la falta de estudios de impacto y afirman que este olvido les sorprende. Se cree que Evaluar el impacto económico en las empresas es esencial antes de implementar dichas políticas fiscales.
El primer ministro Michel Barnier pretende reducir el déficit al 5% del PIB del país para 2025, frente al 6% previsto para 2024. También planea reducirlo por debajo del techo del 3% para 2029, en consonancia con los compromisos europeos de Francia. Lo afirmó durante su declaración de política general la semana pasada, enfatizando que dos tercios del esfuerzo provendrían de la reducción de gastos.




