
Merecieron los de Arteta 'romper la balanza' mucho antes. Si no lo hicieron fue, en gran medida, por la imponente actuación de Walter Benítez. El habitual suplente de Dean Henderson, lo paró (casi) todo. En el primer tiempo detuvo una mano a mano con Madueke (3'), salvó de forma milagrosa un cabezazo de Gabriel Jesús (25') y detuvó un nuevo tiro al bocajarro de Madueke (41').
Las molestias de Martinelli -dejó su lugar a Trossard- obligaron a Arteta a variar el plan, pero la tónica era la misma. Un tiro de Adam Wharton que salió rozando el poste en el 59' fue la excepción que confirmó la regla. Gabriel Jesus avisó por dos veces: conectó un cabezazo que salió fuera por poco en el 70' y obligó a lucirse como Benítez en el 79'.
A la salida del córner, en el 80', llegó el 1-0. Centró Saka, remató Calafiori, insistió Timber y Lacroix, en su intento de evitar el remate de Saliba, terminó introduciendo el balón en su propia portería. Benítez seguía a lo suyo: salvó un mano a mano con Timber en el 92'.
Fue el preludio del 1-1, ya sin Pino… pero con Uche sobre el campo. Wharton colgó al área una falta lateral, prolongó Jefferson Lerma y Marc Guéhi remachó a la red. Increíble pero cierto. Por si fuera poco, Benítez completó su recital negando el 2-1 a Declan Rice en el 99'. Los penales estaban servidos.
En la tanda hubo hasta 15 penales sin fallo. Odegaard, Mateta, Rice, Uche… Ni Kepa ni Benítez acertaban la intención de los lanzadores. Hasta que llegó Lacroix. El central lanzó y el suplente de David Raya paró para dejar al Arsenal a las puertas de su primer título del curso.




