El objetivo era reducir el flujo turístico, pero el precio de la entrada a Venecia no ha provocado una disminución del número de visitantes diarios. Durante la fase de prueba, que concluyó el 5 de mayo, se vendieron más de 195 mil entradas, generando un ingreso de 975 mil euros, mucho más de lo que esperaba la ciudad.
Sin embargo, los expertos no están convencidos de la eficacia del impuesto de entrada. Señalan que los turistas que se dan a la fuga no han disminuido, sino que, por el contrario, El pasado domingo se registraron 70 mil visitantes, unos 5.000 más que en el mismo periodo del año anterior. La medida, que en un principio sólo se aplicaba los fines de semana entre las 8:30 y las 16:00 hasta mediados de julio, fue recibida con escepticismo por algunas asociaciones locales. Algunos expertos criticaron la iniciativa, calificándola de fracaso total, subrayando que el impuesto no es más que una campaña de marketing orquestada ingeniosamente sin ninguna intención real de reducir el número de visitantes.
Los que se oponen al impuesto de entrada argumentan que los residentes se enfrentan a inconvenientes como mostrar sus documentos de identidad y proporcionar los datos personales de sus invitados para quedar exentos del impuesto. Consideran que estos requisitos son una carga adicional para vivir en Venecia de forma permanente. El impacto del turismo de masas no se limita a la infraestructura de la ciudad, sino que también afecta al bienestar de sus habitantes. Los residentes están descontentos con el aumento del coste de la vida, la disminución de la calidad de los servicios y el cambio de enfoque de las actividades comerciales hacia los turistas a expensas de los residentes. Por ejemplo, el precio de los alimentos y otras necesidades diarias ha aumentado debido a la demanda de los turistas, y el ruido y la basura de las actividades turísticas han hecho que la ciudad sea menos agradable.
Venecia aún tiene que mejorar el impacto del turismo de masas, con alrededor de 80 mil turistas que llegan cada día en comparación con los 49 mil residentes. Sin embargo, hay esperanza. Los expertos sugieren que las tecnologías avanzadas, como los sistemas de reservas online y el big data, que analizan las tendencias turísticas, son esenciales para controlar y gestionar los flujos turísticos. Además, sería beneficioso promover formas de turismo más sostenibles y responsables que celebren el patrimonio cultural de la ciudad sin abrumarlo.




