Recientemente se ha estrenado en una de las plataformas de streaming la tercera película de la serie 'Puñales por la espalda', una saga que recupera el espíritu de las clásicas películas televisivas de los años setenta, con investigadores tan inolvidables como el teniente Colombo. el … El esquema es reconocible: una larga introducción en la que se presentan los distintos personajes de la trama, seguida del asesinato de uno de ellos y la rápida señalización de un presunto culpable. Es entonces cuando aparece el detective, en este caso interpretado por el '007' Daniel Craig, que inicia una investigación compleja en la que no descarta a ninguno de los protagonistas.
En la película, el detective no puede acceder a los mensajes de WhatsApp de todos ellosque sin duda le aportarían información relevante, y debe descubrir quién cometió el crimen, pero también cómo y por qué lo hizo.
José Manuel Cuenca, hombre de confianza del expresidente Mazón, declaró el otro día que «los WhatsApp no tienen alma». Quiero pensar que se refería a que su sentido, en muchos casos, es más que interpretable. Sin embargo, hoy en día estamos basando numerosas investigaciones precisamente en este tipo de comunicaciones, realizadas muchas veces como si se trata de conversaciones informales, pero que quedan registradas en nuestros dispositivos móviles.
Diversos altos cargos socialistas han puesto el grito en el cielo al conocerse que el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, solo ha remitido a la jueza de la dana los mensajes que Mazón le envió, y no aquellos que él mismo le escribió. En cierta forma tienen razón, ya que una conversación de la que solo se conoce una de las partes. resulta todavía más difícil de interpretar. Pero resulta llamativo que algunas de las mismas personas que veían normal que el ex fiscal general del Estado y otros implicados borraran hasta los mensajes con el frutero, muestren ahora tanto celo.
En cualquier caso, durante la segunda semana de enero Feijóo tendrá, de forma sorprendente, la posibilidad de explicar ante la jueza las conversaciones que mantuvo con Mazón aquel funesto día. Finalmente podrá hacerlo desde su despacho, a pesar de las reticencias iniciales de la jueza, que parecía preferir una comparecencia presencial en el juzgado.
No soy experto en derecho y, desde mi pensamiento político, no comparto que en España esté aforado prácticamente hasta el ujier que abre la puerta del Congreso de los Diputados, con el diferente tratamiento judicial que ello implica. Pero lo cierto es que la jueza está solicitando los mensajes intercambiados entre dos aforadosuno de ellos sin responsabilidad alguna en la gestión de emergencias, como es el caso de Feijóo.
Quiero pensar que, dado que en uno de los mensajes Mazón indica haber hablado con responsables del Gobierno sobre la gestión de la emergencia, algunos de ellos con competencias directas en la misma, como el presidente Sánchez, también serán llamados a declarar para conocer el contenido de esas conversaciones.
Pero habrá que esperar a que la jueza de la dana complete su instrucción para intentar comprenderla en su totalidad. Quizás al final acabemos sorprendidos, como en la película, cuando el detective va uniendo las piezas y, con la ayuda de pequeñas pistas, logra descubrir al inesperado culpable.
Sin embargo, da la sensación de que en esta instrucción no se descarta a todos los posibles responsables por igual, sino que se busca con especial denuedo una prueba que demuestre que Mazón fue responsable, de alguna forma, del envío tardío del ES-Alert. A veces se pretende poner un único nombre y cara a la incompetencia de muchos responsables. Más allá de los WhatsApp perdidos, tengo la sensación de que muchos servicios y servidores públicos no están a la altura de lo que nos cuestan. Esto no se soluciona crucificando a uno solo, sino actuando para mejorar esos servicios públicos.
Sobre muchos de los mensajes de WhatsApp que escribimos y que hoy en día pueden ser pruebas concluyentes, me quedo con una frase del detective interpretada por Craig: «Es peligroso confundir hablar sin pensar con decir la verdad». Yo agregaría que a veces un WhatsApp puede ser más dañino que un punal por la espalda.
coda. Este fin de semana hemos vuelto a tener precipitaciones importantes en nuestra comunidad y se han enviado dos mensajes a la población advirtiendo del riesgo. Me parece sensato y, salvo que se abuse de ellos y se genere el efecto de Pedro y el lobo. La tecnología nos brinda esta posibilidad y conviene utilizarla cuando sea necesario. No queda más remedio que recordar que precisamente un desastre como el de la dana ha permitido introducir protocolos de prevención y actuación que antes no se habían tenido en cuenta.




